miércoles, 30 de mayo de 2007

"Cálculos competentes acerca de transculturación y transgresión ideológica" sino: "Warza a favor de la prostitucion".

La revolución neo-nórdica no instaló, como todos los analistas y especialistas en la teoría del caos habían previsto, el proceso transculturalmitológico tan ansiado por nerds y geeks, ya que fue del otro lado de la bruja verde. Basicamente, en vez de anillos y nibelungos obtuvimos coca cola y prostitutas.
Lo siguiente es traer a colación un deus ex-machina tan conocido por los estudiosos para evitar el carácter ontológico y preciso que nos debería guiar y de esta manera, esquivando el bulto, estamos en condiciones de afirmar que la razón de este procedimiento no se puede rastrear en lo inmediatamente anterior a nuestro paradigma, sino que deberíamos remontarnos a configuraciones espacio-temporales que exceden el marco de este escrito; no esclareceremos absolutamente nada.
Si recientemente establecimos la imprevisibilidad de este fenómeno, tranquilamente podemos aplicarla en personas, algo tan caro a la disciplina psicológica. Warza, que leyó la historia de los nibelungos, tiene la saga de los caballeros en la pc, es muy caballero y es afiliado al pc, nunca se hubiera imaginadoa sí mismo en una posición pro-prostitución. Para warza la prostitución es pro, y estaría bueno legalizarla. Es decir, cuando el sujeto en cuestión se encuentre declamando "legalícenla" mientras entona la prosa de una banda X, lo hace en un sentido metafórico. NO habla de droga, no habla de la rula, habla de las prostis que tan bien le hacen a los jóvenes nihilistas/poetas/freaks/normales. Warza, como buen hijo pródigo de la nunca llamada revolución capitalistave como negocio la regalía como la producción excedente, esbozando un "mándenmelas a mi".
Así, cambiando los nibelungos y el power metal recalcitrante por coca-cola y putas, Warza le hizo frente a todo pronóstico, y en una de las últimas reuniones profirió un "qué onda con las putas", abriendo el camino para nuevas discusiones; nuevas matrices de significación generadas por un solo individuo.



Autor: Padovain, filosofo cínico.